El domingo tocó una de Riglos. Elegimos "Mi padre tiene sed" en la cara noroeste del Pisón. Un recorrido muy bonito, reequipada con parabolts, que discurre por unos muros magníficos. Unos 200 metros de recorrido para los que hay que llevarse 11 cintas más las reuniones, y dos cuerdas de 60 m para los rápeles, que se hacen desde las repisas de la vía "Anglada-Guillamón".
El primer largo, 6a. Muro vertical y canto a tutiplén.
Y yo, aún traumatizada por la experiencia del día anterior...
El segundo largo, otro 6a, que en la parte superior se va hacia la izquierda.
El tercer largo, V+, recorre una fisura que termina en el desplome que marca esta cara del Pisón.
El cuarto largo es el más bonito, comienza recto en esta fisura y luego se va hacia la derecha, uno de los largos de 6c más bonitos que hemos hecho en Riglos.
El quinto largo, 6a, en travesía hacia la derecha. Llega un momento en que acaba la travesía y hay que encontrar la reunión a la izquierda. Nosotros nos la saltamos, y empalmamos con el largo siguiente, 6a. Se puede hacer sin problema. Ese último largo te deja en una repisa. Desde aquí hay que caminar por ella hacia la derecha (dos parabolts), hasta encontrar el sistema de rápeles (dos argollas). A la derecha de los rápeles hay una reunión de la "Tangerine dream". Es una buena opción para continuar hasta la cima del Pisón.
Hay que hacer un primer rápel hasta una reunión con un parabolt y una argolla. Luego otro en el que te separas un poco de la pared, hasta una ancha repisa que se ve desde arriba.
Y desde aquí se llega hasta el suelo. Pero hay que tener cuidado, porque las cuerdas llegan muy justas, y si se te escapan de la mano no vas a llegar a cogerlas desde el suelo. Tampoco vas a llegar si te subes en los hombros de tu compañero... Menos mal que un lugareño nos dejó una escalera...
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