ALPINISTAS DE PACOTILLA

Miguel y yo nos encontramos en un viaje de esquí, en un mes de Enero de hace ya 17 años. Como nos dimos cuenta de que nos gustaba estar juntos, empezamos a buscar aficiones comunes que pudiéramos compartir. Así, al poco tiempo, estábamos con cuatro cintas expres contadas y una cuerda, "jugándonos la vida" en los Patones. Lo pasábamos bien, pero nos faltaba algo de emoción. Con el tiempo nuestra relación se fué consolidando, y decidimos, no sin esfuerzo y algunas discusiones, comprar unos fisureros, un par de camalots y un par de cuerdas de 8,6 para probar nuevas experiencias. La primera fué en Galayos, y siguieron la Cabrera, la Pedriza, y más tarde Alicante, Pirineos y Picos. Un día decidimos que ya teníamos bastante material y algo más de "experiencia" y salimos a conocer otros mundos: Chamonix, Dolomitas, Suiza... En fin, una historia, nuestra historia, que nos lleva cada Lunes a soñar con lo que haremos el próximo fin de semana, y cada año cuando volvemos de vacaciones a pensar en los proyectos del próximo verano. Nos miramos y nos reimos llamándonos el uno al otro "alpinista de pacotilla", pues nuestros proyectos nunca tienen la envergadura como para un Piolet de Oro, y además pasamos miedo, y dudamos, y reculamos, y a veces volvemos sobre nuestros pasos con indecisión, pero siempre lo pasamos bien y nos sentimos orgullosos de nuestros logros, de conseguir lo que nos proponemos, de tener algo más que contarnos a nosotros mismos. Las "aventuras" nos ayudan a sentirnos mucho más vivos...
¿Y por qué contarlas aquí? ¿Y por qué ahora? Pues no sé, una ventolera más, como otras muchas...Siempre he sido un poco torpe con esto de las tecnologías...Hace cuatro años, Miguel me fabricó una tabla Excel para que dejara de hacer la nota media de mis alumnos con la calculadora. Le costó convencerme, pero pasé por el aro, y aquello cambió mi vida!!! El año pasado abandoné el Cuaderno del Profesor, y me acoplé un mini-portátil debajo del brazo que me ha facilitado la vida enormemente. Y este año, antes de irme de vacaciones, me decidí a abrir una cuenta en el Facebook, y me he sorprendido a mí misma buscando baretos con wifi y colgando fotos de lo que íbamos haciendo en las vacaciones para que las vieran los cuatro amigos que tenía...
En fin, que voy a probar esto del blog. A ver si ahora voy a terminar por engancharme...