viernes, 10 de abril de 2020

SELVA NEGRA 2019 (II)





ETAPA 5: BESANÇON-COLMAR  288Km
Viernes, 19 de Julio de 2019

Salimos de Besançon sobre las 9.30 de la mañana. En el camino paramos a llenar el depósito de gasolina y a comprar la comida del día.



La carretera que nos lleva a Belfort es preciosa. Llegamos sobre las 12.30. Allí hacemos la primera parada.


En Belfort hay que dar un paseo por la ciudadela y ver el León de Belfort o León de Bartholdi,  obra del escultor francés Fréderic Bartholdi, el artista que hizo la estatua de la Libertad.
Conmemora la heroica resistencia de la ciudad durante la guerra franco-prusiana de 1870.
Merece mucho la pena la parada. Nos encantó.



Después nos dirigimos a Mulhouse, donde hacemos la siguiente parada. Esta ciudad se encuentra ya en la Alsacia francesa. Aquí hay que dar un paseo por el casco antiguo. Muy bonito.

Place de la Réunion. 


Iglesia gótica de Saint Étienne. 

Ayuntamiento, Hôtel de Ville. Fachada de tonos rojizos. 


La siguiente parada es en Thann, donde vemos su iglesia gótica, que dicen que es la más ricamente decorada de la Alsacia. 

 Than

Colegiata de Saint-Thiébaut

Preciosa.

Hacemos después un recorrido fantástico llamado la Route des Crêtes.
Durante la Primera Guerra mundial, el ejército de Francia habilitó unos caminos entre las cimas de estos montes de la Alsacia, para asegurar las comunicaciones en todo el frente de Los Vosgos. Estas antiguas rutas estratégicas son hoy pintorescas carreteras que se conocen como "La ruta de las Crestas" y son uno de los mayores atractivos del sur de la Alsacia.
Durante el recorrido paramos en el monumento de Vieil-Armand o Memorial Hartmannswillerkopf, situado en pleno campo de batalla de la I Guerra Mundial.








Un punto estratégico y alto que se disputaron franceses y alemanes.
Para los alemanes era Hartmann y Vieil Armand para los franceses. Un lugar también conocido como
el valle de la muerte. Una zona privilegiada de observación para obtener información de cualquier movimiento del enemigo.
Llegamos al Grand Ballon de Alsacia, culminación de la cordillera de los Vosgos. 1325 metros de altitud. Allí comemos muy fresquitos. Se agradece...




Pasamos después por el Col de Schucht y el Col de Bonhomme, en un recorrido precioso y muy divertido para la moto. El paisaje es espectacular.





Paramos y damos un paseo por el pueblo de Tuckheim, muy bonito.






Desde allí estamos a un paso de Colmar, donde llegamos casi a las 8 de la tarde.
Después de una ducha reparadora, nos echamos a la calle para conocer Colmar.





Por supuesto, como esperábamos, Colmar nos encantó.
Nos encantó también el Pinord Blanc que nos tomamos en una terracita de la plaza, y el Restling que nos tomamos en una segunda terraza. Muy buenos los dos, quizás mejor el Pinord.





Es en el hotel donde probamos el Muscat, que termina ganando la cata.




ETAPA 6: COLMAR-ESTRASBURGO 132 Km
Sábado, 20 de Julio de 2019


Desayunamos en la habitación del hotel, y salimos por Colmar a hacer unas fotos a la luz del día y a visitar la catedral, que la noche anterior estaba cerrada.







La Catedral es preciosa.

Regresamos al hotel y salimos de viaje sobre las 10.30.




Hoy nos toca la Ruta del Vino alsaciana. Sí, lo sé, ya la comenzamos anoche...
Empezamos por Eguisheim. Un pueblo muy bonito.



Merece la pena darse un paseo por sus calles y ver la Place du Château Saint-León, la fuente de la plaza con la estatua del papa León IX, nacido aquí, y la pequeña Iglesia de San León, muy bonita. Justo detrás de la fuente se encuentra el Castillo Bas d'Eguisheim.



La pequeña capilla dedicada al Papa León IX.






La segunda parada es en Kayserberg. Precioso.











El pain d'épices, pan de especias, es una elaboración a mitad de camino entre un bizcocho y un pan, sería como un pan dulce especiado.
Es típico de Alsacia.
La particularidad de este pan es que se elabora con miel, en la misma cantidad que harina y con una mezcla de especias. Habitualmente se usan jengibre, canela, anís verda y nuez moscada.
El olor que hay dentro de las tiendas es indescriptible...


Pero sin duda, lo más importante por hacer en este pueblo es buscar la boulangerie...impresionante...



Las fotos hay que hacerlas desde fuera, porque dentro no te dejan. Os preguntaréis por qué. Pues hasta que no veas en vivo y en directo las cosas tan ricas que allí venden, no lo puedes saber...


Por supuesto, entramos, y por supuesto, compramos. Y compramos varias cosas y sólo una llegó viva a la hora de la comida, jajaja...
Luego paramos en Riquewhir. Es un pueblo muy bonito, pero mucho más turístico que los anteriores. Todos son restaurantes, y como se acerca la hora de comer, está todo a rebosar.







Nuestra ruta sigue por Hunawhir, Ribeauville y Bergheim.
Muy bonitos, pero no hay tiempo para parar en todos. Además, estamos pasando un calor con la ropa de la moto...
Donde sí paramos es en el Castillo de Haut-Koenongsbourg.


Nos pareció una visita estupenda. Merece la pena entrar. Eso sí, lo hicimos en pantalón corto y sandalias...qué calor!!!















Después del castillo, buscamos un lugar apartado en el campo para hacer nuestro pic-nic. Allí degustamos lo que ha quedado de la compra que hicimos en la boulangerie...






La ruta continúa por Chatenois, Itterswiller y Andlau. Todos pueblos con mucho encanto.
Subimos y bajamos al Mont-SainteOdile. Precioso recorrido por bosque y carretera de montaña.
Pasamos por Obernay, muy bonito también, y finalmente, y reventados, llegamos a Estrasburgo
sobre las seis de la tarde. El hotel está en el centro y se está fresquito.
Nos damos la ducha reponedora del día y salimos a ver Estrasburgo.


Catedral de Estrasburgo




Nos encantó. Especialmente bonita la catedral y el barrio de la Petite France, el barrio más pintoresco del casco antiguo de Estrasburgo.








Es un sitio donde seguro volveremos.


Cayó un Muscar en la Plaza de la Catedral...



y compramos galletas en una tienda típica que habíamos conocido en el programa de españoles por el mundo, "La Cure Gourmande". Absolutamente recomendable.





ETAPA 7: ESTRASBURGO-BADEN BADEN  205 Km
Domingo, 21 de Julio de 2019

A la mañana siguiente, desayunamos en el hotel y salimos a hacer alguna foto de día.
Intentamos entrar en la catedral, que la tarde anterior la pillamos cerrada, y resulta que no podemos entrar porque había misa...habrá que volver...


Comenzamos ruta sobre las 10.30 de la mañana.


La ruta de este día es la Ruta del Vino alemana, que discurre paralela a la ruta francesa, pero al otro lado del Rin.
Paramos en Oberkirch, Durbach y Offenburg. No sabemos si es por ser domingo o por alemanes, pero hay muy poca gente y está todo cerrado.





 Después de conocer la Alsacia, estos pueblos no nos parecen tan bonitos.
Pasamos por Friesenhem y paramos en Ettenheim, donde descansamos un poco y damos un corto paseo.



Tampoco aquí hay mucha gente, ni vemos nada especialmente interesante.
Después de Ettenheimmunster, y ya por carreteras muy bonitas, nos vamos adentrando en la Selva Negra.


Preciosos bosques y grandes praderas verdes. Me recuerda a Dolomitas, pero sin roca. Las construcciones también nos recuerdan a esos hoteles y casas tan bonitos que hay por allí.
Pasamos por Haslach y paramos en Schiltach. Precioso lugar.





Aquí hacemos una parada más larga. Buscamos una zona de árboles y sombra al lado del río y hacemos un pic-nic, con baño incluido. El pueblo es precioso y tranquilo.




Desde aquí, en una hora aproximadamente, estamos en Baden Baden.
Nos lleva hasta allí una carretera de montaña preciosa. Llegamos sobre las seis de la tarde.
El hotel en el que nos alojamos está fenomenal. Hay galletas, croisanes, pan y fruta en la recepción y también en los pasillos que llevan a las habitaciones. El minibar tiene bebidas frías gratuitas.
Después de la ducha, salimos a dar un paseo y a tomarnos algo.


Ciudad refinada y elegante, atrajo a la alta burguesía en el s.XIX y aún sigue siendo el lugar preferido de vacaciones para mucha gente de gran poder adquisitivo. Su lujoso Casino y sus famosos balnearios son el principal reclamo.



 Casino de Baden Baden




 Teatro de Baden Baden




Nos sentamos en una terraza, pero había tanta gente que no conseguimos que nos atendieran, así que terminamos tomando un helado riquísimo en la calle.
Para ser sinceros diré que no encontramos en Baden Baden lo que nuestra imaginación venía buscando...
Qué le vamos a hacer...



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