He leído en un libro que la vida nos da avisos y señales que nos empeñamos en desoír.
Cuando insistimos en no hacer caso nos envía un "ángel negro" en forma de catástrofe o pérdida, que pone patas arriba nuestro mundo, a la espera de que en éste se produzca un cambio y abramos las puertas a una nueva vida.
Yo debo ser bastante cabezota, pues el "ángel negro" no ha dejado de aparecer en mi vida una y otra vez, y parece ser que mientras siga apareciendo es que aún tengo cosas que aprender...
La última vez que me visitó se colapsaron 23 años de mi vida.
Aprendí que cuando cruzas el dolor éste deja de ser denso, lo puedes traspasar, y cuando lo haces, te das cuenta de que todo se queda atrás, no queda nada...es maravilloso...
Desde entonces vivo rodando sin pasado y sin futuro, pues me dí cuenta de que el pasado y el futuro no existen. Todo es presente.
Alguien se preguntará entonces qué sucede con los recuerdos de mi pasado? Están ahí, verdad?
Ese pasado pasa a formar parte del presente en el momento en que nuestra mente trae esos recuerdos a este instante.
Desde la visita de mi último "ángel negro" me he dado cuenta de varias cosas...
1- No tengo ni puta idea de nada...y esto no es malo ni es bueno, sólo intento ser consciente de mi ignorancia.
2- No me conozco en absoluto. Todas las creencias que suponía mías y que tenía absurdamente interiorizadas se esfumaron en un instante. Tenía un concepto de mí que no se correspondió con la realidad...
3- La salida está dentro. Nuestra escapatoria está dentro de nosotros mismos...
4- Todo lo que percibimos es una proyección de lo que realmente somos, de manera que todo aquello que nos sucede ni es ajeno ni es casual. Esto significa que no vemos las cosas como son sino como somos, de forma que si nosotros cambiamos, el mundo a nuestro alrededor cambiará...
5- Para poder dar completamente, uno tiene que olvidarse de recibir. Tenemos la sensación de que si nos abrimos sólo a dar nos moriremos de hambre...
6- No voy a conseguir nada más en mi vida que existir. Ya somos lo que estamos buscando, pero no lo vemos porque nos morimos de miedo...
7- No tenemos más que el momento presente, y éste momento es la llave que abre todas las puertas...
8- La aceptación es el antídoto para todas las pérdidas. A mayor aceptación menor dolor y viceversa. Todo pasa, todo cambia...
9- La felicidad existe, y está dentro de nosotros. Y aunque la felicidad está dentro, vivimos el dolor y el sufrimiento de nuestra lucha por encontrarla. Hay un camino para descubrirla y vivir en ella. Quien se decide a hacer el camino la alcanza...
10- Hay un momento en el que uno para y decide vivirse a sí mismo. Creo que a esto lo llaman ser consciente. La felicidad que entraña eso debe ser inabarcable. Es una pena que nos demos tanto miedo. Nos pasamos la vida de búsqueda en búsqueda, sin saber realmente lo que buscamos...
11- La coherencia es el alineamiento entre lo que se siente, lo que se dice, lo que se hace y lo que se piensa. Puede que ser coherente sea lo más importante para ayudarse a uno mismo a ser feliz.
12- Hay en nuestras vidas un momento frontera a partir del cual se desencadenan una serie de sucesos que parecen destinados a reorientar nuestras vidas. Lo llaman "el camino de vuelta a casa"...
Parece ser que en ese camino comenzamos a ver como perfecto simplemente "lo que hay". En ese camino aprendemos a distinguir entre el dolor y el sufrimiento, pues parece ser que la resistencia, la dramatización y el enfado ante el dolor son los causantes de ese infierno.
Y como se asume ésto? cómo se interioriza? cómo lo llevamos a la práctica de nuestras vidas?
Pues lamento deciros que no lo sé. Ya os he dicho un poco más arriba que no tengo ni idea de nada...
Sólo soy consciente de que emprendí mi camino de vuelta a casa y en ello estoy. Cuándo finalizará el viaje? ni idea...quizás me lleve toda una vida...
5 comentarios:
No es la 1era, ni la 2da, ni la quinta vez que releo tu entrada, Mar. Ni será la última. Gracias mil veces mas por compartir esa aventura incierta pero firme de vuelta a casa. Una vez mas, me empujas a seguir desbrozando mi sin duda también incierta senda de vuelta. Te quiero, maripaco.
Benditos Ángeles negros, en mi vida una constante.
Hace más de 20 años que conocí al Amor de mi vida, una experiencia UNICA e INEFABLE…
Y unos meses más tarde, alterno la felicidad del amor con la compañía del Ángel Negro.
Una sensación de vértigo, pánico, locura… me lleva a iniciarme en el camino del entendimiento, necesitaba entender que estaba pasando en mi vida…
Hace 5 años ese camino me lleva a formarme como Terapeuta Transpersonal, Facilitadora de Mindfulness e Instructora de Meditación.
Así fue como comencé a comprender los regalos de los Ángeles Negros que estaban relacionados con el hombre de mi vida. Mi sufrimiento, rabia, dolor, desesperación hacia él se fueron transformando en COMPASION hacia él y a conocerme a mí misma…
Sin embargo, el Ángel Negro seguía visitándome muy muy de vez en cuando y me di cuenta que lo había transitado desde la cabeza, desde la mente.
Hace poco más de un mes se presentó el último Ángel.
Un encuentro casual (las casualidades no existen) con el hombre más importante de mi vida que me trasmite que siempre estaremos juntos y que lo nuestro fue único, lo demás un sucedáneo…. Y días después aparecía de nuevo un Ángel negro.
Uff el suelo se movió, pero unas horas después, sentí y disfrute el mensaje!!!!! ya había transitado desde el corazón, he soltado a este hombre al que siempre le estaré agradecida. Por fin SENTI el mensaje:
Por fin ME RECONOZCO, RESPETO, HONRO Y ME AMO
Reconozco, respeto, honro y amo a este hombre que me ha regalado la vuelta a casa.
Reconozco, respeto, honro y amo también a su mujer que llegó antes que yo a su vida.
Profunda gratitud de por vida
Esta es mi historia, mi danza con los Ángeles Negros…..
Así pues, confío en que descubras el mensaje que hay detrás de los Ángeles Negros, seguro un gran regalo para TI.
Gracias por tu compartir en el blog.
Enhorabuena por esos ángeles negros, que nos indican el camino hacia nuestra Verdadera Identidad, de vuelta a casa. Me alegra saber que cada vez somos más los que vamos despertando. Gracias por compartir tu descubrimiento.
Un abrazo desde el Ser sin ser.
Pues ahí seguimos... volviendo a casa... llegaremos algún día??
Vete a tomar por culo, Marisa...
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