SPIGOLO GIALLO

El 13 y 14 de agosto de 1933, Emilio Comici y los hermanos Dimai logran un itinerario a la pared norte de la Cima Grande. Pocos días después, Comici la repetirá solo y en una jornada. El 8 de septiembre de ese mismo año, nace una de las escaladas más bonitas del grupo de las Tres Cimas, el Spigolo Giallo a la Cima Piccola, abierto por el mismo Comici, con Zanutti y Mary Varale.

Nosotros abandonamos Chamonix el 16 de Julio, y pasamos la noche en Courmayeur. A la mañana siguiente salimos de viaje a Dolomitas.

Por supuesto, hacemos la parada de rigor en Arco, para comer en la plaza, dar un paseo por sus calles, y hacer algunas compras...

Y esa misma noche llegamos a Lavaredo, lloviendo a cántaros. Y llueve durante la mayor parte de la noche, pero nosotros confiamos en la previsión, y ponemos el despertador a las seis de la madrugada. La previsión es buena, pero con riesgo de tormentas por la tarde...

Ha dejado de llover, pero el cielo está raro. Yo apuesto por una vía corta, pero Miguel está un poco ansioso...

Así que, muy a mi pesar, nos plantamos debajo del muro amarillo de la Cima Piccola. Es extraño, pero...estamos solos...

 Mientras nos preparamos, un helicóptero deja gente en la cumbre, con la consiguiente caída de piedras. Nos tenemos que refugiar por dos veces. Qué demonios estarán haciendo???

Cuando se van, empezamos a escalar. Miguel en el primer largo, V+. 

Aún no podemos creernos que vayamos a escalar esta vía. 

"Spigolo Giallo", 380m, 6a (V+ obligado), R2/II. Esta guía también reseña R2 como "medianamente protegible. Pasos obligados entre protecciones. Caída potencial de algunos metros y vuelo sin consecuencias.", y II como "Vía de largos superior a 200 metros. Aproximación fácil, discreta marcha, cómoda retirada..."

Segundo largo, VI-.

Tercer largo, III+/IV+.

Yo no quiero mirar para atrás, pero la cosa no pinta bien...

Cuarto largo, III+. Intentamos unirlo con el siguiente largo, IV+/V-, pero al llegar a la primera cengia, Miguel, siguiendo las indicaciones de la mierda de reseña de la revista  "CampoBase", se va demasiado a la derecha, y acaba, sin saberlo, en la reunión de la "Vía del Vecchio-Zadeo".

Sexto largo. Estábamos, sin saberlo en el largo ocho de la Vecchio-Zadeo, V/VI. Miguel lo empalma con el largo nueve, VI/VI+. La roca no podía estar más rota. No recuerdo cuándo fue la última vez que había pasado tanto miedo...

Con esa cara lo digo todo...jajajaja...

Séptimo largo de escalada. Estamos en el largo diez de la Vecchio. A nuestra izquierda, tres tíos rapelan y colocan cuerdas fijas. Están equipando con un taladro...Qué estarán haciendo? Les preguntamos...nos dicen que la vía del Spigolo está mucho más a la izquierda de donde estamos, por donde están rapelando ellos...colocando cuerdas fijas...

Así que hacemos parte del largo diez de la Vecchio, VI/VI+ y luego salimos por una cengia en travesía hacia la izquierda, donde vuelvo a pasar el miedo que no está escrito. Es una repisa para las manos, llena de piedras sueltas. Pasamos como si no estuviéramos, intentando no tirarles nada a los tres que están por debajo...

Octavo largo de nuestra escalada. No tenemos ni puta idea de dónde estamos...Luego, a toro pasao, comprobaremos que salimos por el "Muro Giallo" (Gelbe Mauer), 6b+.

Largo nueve, 6a+. El azul del cielo en esta foto es un espejismo. A nuestra espalda se está liando una tormenta del copón. Lleva ya un rato atronando y hace un poco que ha empezado a llover...Nos queda un largo de 5b para llegar a la cima, pero ya estamos un poco hartos de navegar, así que decidimos bajarnos rapelando por la vía del Muro Giallo.

Los muros desplomados del Muro Giallo nos obligan a poner cintas mientras rapelamos, para no separarnos de la pared. Al menos sabemos que las cuerdas no se engancharán...

Eso sí, cada vez que tiramos de ellas, el extremo de la cuerda que cae pega un zurriagazo en la pared, que se te abren las carnes al oírlo...

Y así termina nuestra cuerda nueva...

Y así termino yo...

Después de siete horas de odisea, a las cuatro y media de la tarde regresamos a la furgo, remojón incluido. Extendemos todo el material dentro para que se seque con la calefacción y pensamos en algo tranquilito para el día siguiente...

Por cierto...es al día siguiente, cuando nos enteramos de que estaban trabajando en la vía del Spigolo porque iban a rodar una película-documental, y habían avisado con un papel pegado en la pequeña ermita que hay en el camino de aproximación de la prohibición de escalar durante tres días en la susodicha vía...menos mal que nos confundimos...