Por fin!! Ya era hora de tener un fin de semana de buen tiempo! Ha entrado la primavera con todas las de la ley, con cielo azul y 20 graditos. Justo lo que necesitábamos. Y así ha pasado...todos a la calle como los caracoles!! Estaba Cuenca el sábado que no cabía un alfiler!
Empezamos calentando en el Sombretivo. Hicimos "Brujas", 6c. Sus regletitas pulitas y recalentadas al sol mañanero nos convencieron rápidamente de que había que irse a la sombra.
Así que nos fuimos al otro extremo, al Camino. Llegamos los primeros. La gente aún aguantó un buen rato al sol.
Hicimos "Braguitas de leopardo", 7a+.
Y "Lastritis crepitante", 7b+.
Cuando el Camino ya estaba completamente atorado, volvimos al Sombretivo, y terminamos con "Chule, comandante en vuelo", 7a+. La última vez que la hicimos, que lo mismo hace ya dos temporadas, salió del agujero grande un búho, que le pegó a Miguel un susto de muerte. Pues...le volvió a pasar lo mismo!! Así que, que sepáis que el búho tiene su residencia permanente en esta vía!.
Acabó la jornada y nos tocó decidir si nos quedábamos en Cuenca o nos marchábamos a casa para montar en bici el domingo. Como no nos decidíamos, lo echamos a suertes. Cara... nos quedábamos, cruz... a montar en bici. Salió cara, pero no le hicimos ni caso y nos marchamos para casa.
Y acertamos de pleno. Un día...un día...espectacular es poco! Hicimos un recorrido por la Hoya de San Blas. Ya lo habíamos hecho antes una vez, pero no lo disfrutamos, porque pasamos un frío innombrable. Esta vez pudimos desquitarnos...
Empezamos la ruta desde Manzanares el Real. Cogemos el sendero que va por la orilla del embalse, hasta cruzar la carretera para coger la pista que va hacia Las Cañadas.
El agua baja desenfrenada por todos los sitios. Miguel pasó dando pedales y se mojó los pies. Yo pasé con las zapatillas de la mano. No hacía frío, pero andar todo el día con los pies mojados no era lo que más me apetecía...
La pista sigue subiendo por la ruta que va hacia el Puerto de la Morcuera. Llega un momento en el que la abandona, para dirigirse hacia la izquierda. Allí bajamos el primer sendero-trialera.
Acaba la bajada en otra pista, y volvemos otra vez a subir.
La pista muere en un comedero de buitres, desde donde tenemos unas vistas impresionantes de Manzanares y de la Pedriza.
Volvemos sobre nuestros pasos durante poco más de un kilómetro, y abandonamos la pista para bajar por otra trialera. Una de las más divertidas que hemos hecho.
La trialera desemboca en la pista de bajada que te vuelve a dejar en la carretera de vuelta a Manzanares. Una excursión fantástica. Un día espectacular.
Tardamos unas cinco horas, paradas incluidas. Unos 45 kilómetros. La ruta está colgada en Wikiloc. Este es el enlace:
2 comentarios:
Qué buena pinta esta ruta, mañana lo mismo me animo. Espero que ese arroyo haya bajado ya y no tenga que quitarme las zapatillas.
Buen reportaje
Uy, Javier! Yo fuí la única que pasó por allí ese día quitándose las zapatillas!! jajaja. No te fíes de lo que me veas hacer a mí!!!
Un saludo.
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