La "Lunga via delle Dolomiti" es una de las más bonitas rutas cicloturistas de los alpes. Se trata de un recorrido reconocido por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad. El itinerario parte del Passo Cimabanche, en el valle de Ampezzo y termina en Calalzo di Cadore. Unos 50 kilómetros que siguen fielmente el trazado de la "ex-ferrovia delle Dolomiti", construida durante la Primera Guerra Mundial. A lo largo del recorrido podemos encontrar las estaciones originales, los túneles y puentes que cuelgan sobre profundas gargantas espectaculares. El recorrido es de tierra, y a veces asfaltado, pero siempre con un desnivel fácil de afrontar.
Nosotros hicimos el recorrido este verano durante nuestras vacaciones. Dividimos el recorrido en dos etapas. La primera la hicimos saliendo de Cortina d'Ampezzo, dirección Dobbiaco, hasta el Lago di Landro y vuelta. Fueron 37 km, de ascenso a la ida. Esta primera parte del recorrido se encuentra dentro del Parco Naturale delle Dolomiti d'Ampezzo.
Dentro del Parque pasaremos por el Lago Blanco y el Lago Negro, por la localidad de Ospitale, y por el mirador de las Tres Cimas de Lavaredo, cerca del Lago di Landro.
En la segunda etapa, salimos de Cortina y nos dirigimos en la otra dirección, hacia Calalzo di Cadore, para luego regresar por el mismo camino. Unos 70 kilómetros en total.
En Cortina, la pista está asfaltada y muy frecuentada por peatones, así que hay que ir con un poco de cuidado.
La pista continúa hacia San Vito di Cadore, desde donde se pueden contemplar el Monte Antelao, y en frente al Monte Pelmo.
San Vito di Cadore es un buen sitio para sentarse a descansar. Tiene una par de heladerías que te pueden ayudar a reponer fuerzas...
Se continúa después la pista, que pasa por Vodo di Cadore, Venas di Cadore, y termina en Calalzo.
Después volvemos a Cortina.
La gente suele hacer el recorrido completo, empezando desde el Passo Cimabanche, así el recorrido es todo bajada, y cuando llegan a Calalzo regresan en tren o en autobús público con servicio de transporte de bicicletas.
Al día siguiente hacemos otra visita a San Vito di Cadore. Tiene una escuela de escalada llamada San Bodo. Un sitio agradable para pasar un día.
Al día siguiente emprendimos el viaje de vuelta hacia Francia. Pasado el Montginevro, paramos a conocer el Val des Près, antes de llegar a Briançon.
Bonito sitio. Muy tranquilo. Escalamos en Plampinet, en la "Paroi de la Grotte".
Una roca buenísima, todas las vías bonitas y desplomadas. Canto, canto y más canto...
Y al día siguiente no podía faltar nuestra visita anual obligada a Les Ayes, ya en Briançon.
Vías muy buenas, roca excepcional y apretones asegurados.
Y desde Briançon, dónde puede uno ir si no es a Ailefroide??? pues para allá que fuimos. Pero esa es ya otra historia...
2 comentarios:
Me imagino que no llevabas cámara de fotos acuática y las fotos de nadar, que completaban el TRIATHLON, se quedaron huérfanas... Impresionantes escenarios en los que sueles actuar...
Un saludo.
Jajajaja, no, no hay fotos de nadar, somos de secano!!! no queremos probar lo de meternos en el agua, porque entonces habrá que comprar el kayak, el equipo de submarinismo, la tabla de windsurf...y no nos va a caber todo el la furgo!!! jajaja
un saludo!
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