martes, 22 de octubre de 2013

CASSIN A LA PICCOLISSIMA

Cuando llegamos a la furgo tan cansados después de haber hecho la Comici a la Cima Grande, pensábamos que al día siguiente no íbamos a tener ganas de hacer nada, pero dejamos puesto el despertador, y al abrir el ojo, vimos que hacía un día tan estupendísimo, que no pudimos hacer otra cosa más que desayunar, coger el petate y elegir otra vía para escalar el que era ya nuestro último día de escalada de las vacaciones.
Y elegimos la "Cassin" a la Cima Piccolissima, en la Pared Sur-este. 291 metros, VII-(VI-A0). Necesitamos ocho cintas express, un juego de friends hasta el número 3 y cintas largas. Unas cinco horas para la vía, y casi dos horas para el descenso.


Miguel en el primer largo, IV+, que juntamos con el segundo, V.
La vía es muy bonita. Especialmente todos los largos hasta llegar al "Pilastro". Los que quedan desde aquí no son tan buenos.


Tercer largo, VI-.


La Cima Piccolissima, con 2.700 metros, es la más pequeña de las Torres de Lavaredo. Se le llama también Torre Preuss, en honor al alpinista Paul Preuss, primero en salir por su fisura noreste.


Llegando a la reunión del cuarto largo, VII- (A0). Se salía de la reunión en travesía hacia la izquierda, para luego volver a la derecha unos metros más arriba. Un largo duro, difícil de proteger y con la roca bastante delicada. Miedito...no hay más que verme la cara...jajaja


La "Cassin" fue abierta por Cassin, Vitali y Pozzi en agosto de 1934. La escalada es muy atlética, sobre todo para hacerla en libre. La roca puede que no sea demasiado buena, pero la cantidad de repeticiones han dejado los largos bastante estables.


Quinto largo, VI+ (A0). Roca buena, pero difícil de proteger y pasos bastante obligados. De A0 nada...


Miguel, como un campeón, ni se despeinó...


Se sale de esa reunión en travesía descendente hacia la izquierda. Da pavor ver al que se va de primero, pero luego no es tan difícil como parece,  VI-.






Miguel está llegando a la reunión del "pilastro".


Un largo más nos deja en lo alto del "pilastro", en una plataforma inclinada desde la que hay que descender un poco hacia la izquierda para ir a buscar la otra pared.


La reunión nos deja regalitos como éste...


Miguel empieza a decir que no se encuentra bien, que nota el estómago revuelto...


Yo veo a la gente en el collado y ya me entran ansias por acabar la jornada y sentir la seguridad de tierra firme.


Noveno largo, V+.


Décimo largo, IV, Te deja en una terraza a la derecha de la canal. Luego hay que volver a cruzar a la izquierda para hacer el último largo.


Último largo, IV+.


El pobre Miguel, a punto de echar la primera papilla...


Y nos quedaba la bajada...


Desde la cumbre hay que hacer un rápel de unos 25 metros que te deja en una plataforma. Se baja destrepando hacia la derecha mirando al vacío, a buscar la línea de rápeles que comienza en la forcella, al inicio de la canal. Casi dos horas nos costó bajar...


A la mañana siguiente salimos de viaje sobre las 8.30 de la mañana, y llegamos a Rosas sobre las 11.00 de la noche. Pasamos allí la noche, y a la mañana siguiente nos dimos una carrerita hasta la playa.


Un bañito en la playa de Rosas  que nos ayuda a cerrar el círculo antes de volver a casa. La acción de completar el círculo, que se ha convertido ya en un  imprescindible en todas vacaciones que se precien...















No hay comentarios:

Publicar un comentario